El Barça está con el ojo puesto en João Cancelo, buscando la forma de sumar un lateral que les dé un plus. La movida es que los que mandan tienen claro que solo lo harán si la oferta es un chollo, si llega a un precio que no le haga temblar el corazón a la economia del club.
Cancelo en el Barça | @FCBarcelona
El crack portugués ya estuvo por aquí en plan cedido, y la peña lo quiere, sobre todo por su experiencia, que puede jugar en varias posiciones y porque tiene calidad para hacer la diferencia. Pero claro, la pasta sigue siendo un tema jodido. Si Al-Hilal, que tiene sus derechos, decide dejarlo escapar a buen precio o incluso seguir cediéndolo, el Barça no tardaría en lanzarse a por él.
Héctor Fort y Gerard Martín, un poco verdes
La confianza en Héctor Fort y Gerard Martín no es la mejor. Por eso, vuelven a buscar a João Cancelo. A pesar de que tienen minutos con el primer equipo y prometen, la sensación es que aún están un poco “verdes”.
Por eso, Cancelo sería una opción de presente inmediato. Su habilidad para jugar en ambos lados le da un valor añadido. Con el Barça teniendo una plantilla corta, esta versatilidad es un tesoro.
Un recambio de lujo para Balde y Koundé
Alejandro Balde y Jules Koundé son los titulares, pero no tienen un recambio que ofrezca garantías. Aquí es donde entra el juego João Cancelo, que no solo trae calidad, sino que añade un perfil diferente.
Jules Koundé necesita competencia | @FCBarcelona
El portugués daría al Barça una alternativa más agresiva por banda, perfecta para esos partidos que se ponen complicados. Con su experiencia y su forma de sumarse al ataque, es una pieza muy buscada.
El vestuario, dividido
Pese a todo lo bueno que trae Cancelo, no todo es perfecto. Según cuenta El Nacional, su anterior paso por el Barça dejó algunas dudas en el vestuario, sobre todo en su actitud defensiva. Algunos compañeros no quedaron contentos con su rendimiento en defensa y en su disposición en partidos clave.
Esto provoca un debate interno. Aunque en lo futbolístico es un avance claro, el club no quiere arriesgarse a que su vuelta afecte la buena onda del vestuario.