24/07/2025 09:00:00h
Hansi Flick ha llegado al FC Barcelona con las pilas puestas y un mensaje clarinete: su misión no es solo hacer un equipo de locura, sino también dar un puñetazo en la mesa a esos de Madrid. Este entrenador alemán sabe que hay que romper con la racha ganadora del Real Madrid, y por eso ha pedido movimientos que no solo sean tácticos, sino que también tengan un buen rollo emocional.
En el Barça están todos a una con esta idea. Aquí no se trata solo de comprar jugadores, sino de hacerle saber al resto que el club blaugrana ha vuelto y que no tiene miedo de nada. Con esta visión, la dirección deportiva está currando a fondo para orquestar una operación que podría ser legendaria.
Raphinha ayuda al Barça | carpetasfcb.com
La relación entre los dos grandes de España no está en su mejor momento, como bien se nota. Según algunos insiders, las tensiones han aumentado desde el último Clásico. Las decisiones arbitrales, cháchara en los medios y puyazos institucionales han avivado aún más la rivalidad de siempre. Por eso, un fichaje así podría ser un game changer.
Venganza en marcha
En las oficinas del Barça se gestiona un nombre que despierta pasiones, deseos y sed de venganza: la historia de Luis Figo sigue latente en la mente de muchos culés. Ahora, los papeles han cambiado, porque la gente de Deco ha recibido un toque directo del entorno de un jugador de Madrid. Este jugador ya sabe que su etapa en el Santiago Bernabéu está tocando a su fin y quiere cambiarse la camiseta por la azulgrana.
Rodrygo Goes ha sido el señalado por la directiva madridista y por el propio Florentino Pérez. Después de la apuesta por Endrick y la explosión de jóvenes talentos como Arda Güler o Brahim Díaz, han visto que hay que hacer limpieza. El brasileño no ha convencido del todo la última temporada, y todo apunta a que será Xabi Alonso, el futuro mister del Real Madrid, quien apoye su salida.
Figo en el recuerdo
El delantero ya ha tenido charlas con Deco, el proyecto que dirige Hansi Flick le parece brutal. Además, ser protagonista en un equipo que juega al ataque le motiva; piensa que puede encontrar su mejor versión en el Camp Nou. La oferta está rondando los 60 millones de euros, una pasta que puede sonar, pero que vale la pena por un jugador joven con tanto potencial.
En Barcelona hay un mix de prudencia e ilusión, y están llevando esta operación con sigilo para no encender los ánimos en Madrid. No quieren repetir errores del pasado. El objetivo es cerrar el trato antes de que empiece LaLiga, aunque están dispuestos a esperar un poco más si es necesario hasta el cierre del mercado.
El Barça no solo está en juego un fichaje, es una cuestión de orgullo, revancha y ambición. Rodrygo podría convertirse en el símbolo de una nueva era blaugrana. La venganza de Figo, más de 20 años después, está más cerca que nunca, y Raphinha lo ha dejado servido en bandeja.