26/07/2025 10:00:00h
Xavi Hernández está en un momento ¿complicado? Sí, un poco. El que fue el mandamás del FC Barcelona hasta hace nada no está viviendo su mejor película. Salió del Barça con la idea de encontrar algo chido, pero las ofertas guapas no han llegado, y eso le está quemando.
El entrenador de Terrassa le ha soltado a la peña más cercana que jamás se imaginó en esta movida. Se largó del Barça para tomar un respiro, contando que la llamada de algún club top aparecería. Pero ¡sorpresa! La realidad es un poco dura, y Xavi se siente un poco decepcionado porque no hay interés por los proyectos grandes. Eso se nota, tanto en lo personal como en lo profesional.
Xavi y Laporta tenían el feeling | @FCBarcelona_es
Aunque todo esto le da bajona, Xavi no ha perdido el ánimo. Está a tope con su ambición, convencido de que está listo para volver a lo grande. Su experiencia en el banquillo culé, con títulos y todo, le da el aval para asumir un reto serio. No ha dejado de currar ni de seguir el rollo del fútbol europeo, así que está preparado para salir al campo cuando llegue el momento.
Rechaza a Catar
Una de las cosas que han sorprendido últimamente es que le llamaron del Al-Sadd, su antiguo club en Catar. El equipo que le dio sus primeros pasos como técnico quiere que vuelva. Pero Xavi ha dicho que no, al menos por ahora, porque piensa que regresar a Catar sería como bajar un escalón en su carrera.
Su meta está clarísima: busca un proyecto competitivo en Europa, no tiene que ser uno de los más grandes, pero sí un equipo con ganas y una estructura decente. Xavi quiere una plantilla que mole y una filosofía que encaje. Quiere un club donde pueda plasmar su estilo de juego y construir durante un tiempo, no algo de un día para otro.
Xavi espera pacientemente
De momento, ese proyecto aún no ha llegado. Algunos equipos han hecho gestos, pero nada firme. Otros han tirado la casa por la ventana eligiendo entrenadores con más experiencia fuera. Xavi sabe que su perfil aún genera dudas por ahí, pero está convencido de que cambiará pronto.
Mientras tanto, el míster sigue en modo “preparación total”, estudia rivales, analiza tácticas y se rodea de su equipo de confianza. Está listo para cuando le toque esa llamada. No quiere aceptar cualquier chollito, pero tampoco se ve pasando un año sin hacer nada. El tiempo corre, y Xavi lo tiene claro.
Por ahora, Xavi Hernández espera. No se desanima, pero está viviendo una movida personal que no se esperaba. Con 45 años, sigue confiando en lo que puede hacer. Solo necesita una nueva oportunidad, una que le lleve otra vez a lo más alto de los banquillos europeos.