A ver, chavales, el primer año de Olmo fue una montaña rusa: goles, asistencias y un estilo que encajó de lujo con la movida de Flick. Pero, como en toda buena peli, también hubo drama. Las lesiones le dieron guerra y se perdió más partidos de los que hubiera querido. Así que en esta segunda temporada, la misión es clara: brillar en el campo y estar presente en cada jugada.
Pero ya ha empezado la pretemporada y hay que estar alerta.
¡Primer golpe antes de que arranque La Liga!
Antes de que suene el silbato en La Liga, Olmo se ha llevado un primer palo: ha pillado una sobrecarga muscular que le ha dejado fuera de juego en los entrenos. Aunque no está totalmente descartado para el primer partido contra el RCD Mallorca.
Sin embargo, en el club están preocupados porque esto no es nuevo y si la cosa sigue así, puede afectar su rol en el equipo. Los del cuerpo técnico saben que Olmo tiene una pinta de crack cuando está al 100%, pero su historial médico da un poco de yuyu, recordando ejemplos como el de Ansu Fati.
La movida es que ya no es el fijo que era, y eso abre la puerta a otros como Fermín López, que están listos para pelear por su sitio en el once.
Olmo a lo grande: prevenir es clave
El propio Olmo, sabiendo lo que hay, se ha puesto las pilas y ha decidido cuidarse. Ha empezado un plan de trabajo personal para evitar lesiones, ¡porque quiere estar siempre en el campo! El plan es ponerle caña a su preparación física y ajustar los entrenos para que no le vuelva a dar el bajón.
Y ojo, que hay un motivo personal detrás de todo esto. En 2026</strong se viene el Mundial, y Olmo quiere ser un pilar de la selección de Luis de la Fuente. Para eso, necesita estar a tope en el Barça y sumar minutos a saco.
Si sale victorioso de este reto, el club va a disfrutar de su magia en el campo y él se establecerá como una de las estrellas ofensivas del equipo. Vamos, que todos cruzamos los dedos.
