¡Fermín arrasa y quiere más!
Pertenece a la nueva camada del Barça y se ha marcado una pretemporada brutal, gastándose el campo a base de goles. En el Trofeo Joan Gamper, donde se las vio con el Como de Cesc Fàbregas, este crack se despachó con dos tantos y ayudó a que el equipo destrozara a sus rivales con un 5-0. Su show le valió el MVP del partido, ¡casi nada!
Aparte de los numeritos, Fermín ha demostrado que sabe aparecer en el área, presionar a tope y no parar de correr. El míster Flick, que ya le dio cancha la temporada pasada, parece que este año le quiere dar aún más protagonismo. ¡Hay que estar atentos!
Amenaza para Dani Olmo
Con la espinita de Fermín tan afilada, las cosas se complican para Dani Olmo. Este chaval partía como el favorito para ser titular en la media punta, como la pasada campaña, pero ahora la competencia está más encendida que una antorcha. El canterano ha hecho ver que está listo para medirse de tú a tú con el internacional español.
La temporada es larga y dará minutos para todos, pero esa presión dentro del vestuario siempre juega su papel. Si Fermín sigue aprovechando cada oportunidad como hasta ahora, Flick podría tener un lío a la hora de elegir quién se queda con tantísimo talento detrás del delantero centro.
Dani, cuida esos huesos
Hablando de Dani Olmo, ha tenido más lesiones que alegrías en los últimos años. Eso le ha hecho perder continuidad y no dejar ver de lo que verdaderamente es capaz. Por otro lado, Fermín parece estar on fire y con un físico que ya lo quisiera mucha gente.
¡Dro viene pegando fuerte!
Pero ojo, aquí no acaba la batalla. La media punta también tiene un nuevo contendiente, Pedro Fernández, conocido como Dro. Este chaval ha dado un golpe en la mesa con una pretemporada de escándalo. Con solo 17 años, ha impresionado a todos con su personalidad, visión de juego y esos pases que rompen líneas.
Se dice que Dro podría tener minutos en el primer equipo esta temporada, lo que pone aún más candela en una posición ya de por sí repleta. Para Dani Olmo, eso es un reto a muerte; para Fermín y Dro, es la ocasión de hacerse un hueco de oro en el Barça de Flick.