El fútbol español está otra vez en el punto de mira de una polémica que huele a traición y que hace que los fans culés revivan viejas heridas. El nombre de Luis Figo sigue siendo el rey de las traiciones deportivas y, con el lío actual, vuelve a resonar en el aire. En el Palau Blaugrana tienen miedo de que se repita un episodio que duele tanto en lo deportivo como en lo emocional.
No estamos hablando de un crack del fútbol, sino de un pilar fundamental en otra sección del Barça. Su situación contractual ha creado un culebrón que a Laporta le sienta fatal. En la cúpula ya están asumiendo que, dentro de un año, este jugador irá a hacerle la competencia al eterno rival.
El jugador ha optado por cumplir su contrato hasta el final, lo que complica todo para el Barça. La directiva quería que se fuera ya, intentando sacar algo de pasta con un traspaso este verano, pero el chaval se mantiene firme en su decisión
La llave de la operación blanca
Mientras tanto, el Real Madrid está al acecho, listo para lo que parece inevitable. El entrenador Sergio Scariolo, que ahora es el seleccionador nacional, conoce al jugador de maravilla. Y será él quien en breve también se convierta en el nuevo técnico del equipo blanco.
Scariolo ha movido los hilos en silencio para asegurarse la llegada de su colega. Está convencido de que con el ambiente adecuado y un proyecto nuevo, el jugador regresará a su mejor versión. En la capital, están seguros de que será un fichaje clave para volver a ser un gigante en las competiciones.
El Barça, por su parte, mira impotente cómo ha hecho una inversión que se les va de las manos sin retorno. La situación está difícil, ya que la sección está pasando por una crisis financiera y necesita urgentemente ajustar el presupuesto. Perderlo sin sacar un euro va a ser un golpe duro para sus planes inmediatos.
Laporta estalla contra el jugador
El presidente Joan Laporta no se ha mordido la lengua en las reuniones internas del Barça. Piensa que el jugador le ha faltado al respeto a la institución que lo hizo uno de los más pagados. Con su estilo directo, no ha dudado en llamar a este chaval un “traidor”, recordando aquel verano que tanto dolió con Figo.
La frustración es real porque la apuesta por él fue arriesgada y carísima desde el principio. Llegó con la etiqueta de líder, listo para hacer historia y llevar al Barça a lo más alto de Europa. Aun así, su rendimiento ha estado bastante por debajo de lo esperado, dejando a todos con dudas.
Ni en la Euroliga ni en la Liga ACB logró demostrar el peso que se esperaba de él. Dentro del vestuario tampoco se convirtió en un referente, a pesar de su experiencia en el fútbol internacional. Al final, su rol fue cada vez menor y su impacto, mínimo.
El recuerdo de Figo vuelve a escena
En el ambiente culé, la comparación con el tema Figo ha salido casi a la primera. Perder a una estrella y verla de blanco es un golpe muy difícil de tragar. Y en este caso, el agravante es bastante claro: el Barça no verá un solo euro en la operación.
En Madrid, en cambio, la operación se vive como una victoria tanto simbólica como deportiva. Recuperar a un canterano que se formó en Valdebebas es un motivo extra para celebrar. El proyecto blanco lo espera a brazos abiertos, confiando en que su rendimiento volverá en cuanto se vista de blanco.
El propio Scariolo ha transmitido a su gente que está seguro de que podrá sacar lo mejor de él rápidamente. Está convencido de que es la pieza perfecta para formar un equipo ganador en Europa. Mientras tanto, el jugador guarda silencio y se centra en cumplir su contrato.
El desenlace parece inevitable
Todo indica que va a pasar su último año en Barcelona antes de regresar a la capital. Allí le espera un proyecto ambicioso con un técnico que le dará toda la confianza y protagonismo que necesita. En el Barça, sin embargo, sienten que han perdido tanto a un referente deportivo como a una inversión importante.
El guion ya parece escrito y es complicado que cambie a menos que ocurra algo inesperado en las próximas semanas. La afición culé empieza a resignarse a un final amargo que ya muchos han visto venir desde hace tiempo. Y en el Real Madrid ya se están frotando las manos con lo que podría ser una incorporación bastante esperada.
Así que, queda claro lo que se lleva comentando en los pasillos del Palau Blaugrana: Willy Hernangómez será jugador blanco. El pívot español, que ahora está en el Barça, ha decidido volver a casa y reunirse con Scariolo. En el club azulgrana, la palabra “traición” otra vez se oye mucho, tal como pasó aquel verano del 2000.