La experiencia que trae Rashford en la élite europea y su habilidad para brillar en momentos clave lo convierten en un fichaje de oro para el primer equipo culé.
Pero ojo, porque como todo crack, viene con su propio reto: adaptarse a las exigencias de un club que no te deja espacio para relajarte. El Barça está en un momento crucial de su renovación. Con jóvenes que ya están dando la campanada, como Lamine Yamal o Fermín López, y con figuras consagradas como Raphinha o Pedri, la pelea por los puestos va a estar que arde.
Rashford llega como una estrella, pero en un ambiente donde el nivel de competencia es tan alto que solo la constancia y el compromiso separan el éxito del fracaso.
No quieren otro ‘Joao Félix’
Las primeras alertas en el vestuario ya han sonado. Algunos tienen miedo de que Rashford siga el mismo camino que Joao Félix, quien llegó con un hype brutal pero nunca se asentó del todo. El portugués dejó chispazos de calidad, pero su falta de regularidad acabó por manchar su etapa en el club.
La lección está clara: en el Barça no vale solo con talento, hace falta solidez en cada partido y en cada entrenamiento. Rashford tiene un currículum que despierta confianza, con temporadas brillantes en el Manchester United, donde fue uno de los delanteros más temibles de la Premier League. Pero también tiene la etiqueta de jugador irregular, capaz de alternar semanas de locura con otras de bajón.
Por eso, en el Barça ya han dado la voz de alarma y se le va a exigir mucho desde el principio para evitar repetir fallos del pasado.
La exigencia de Flick, el juicio del vestuario
El técnico alemán ha sido clarito desde su llegada: quiere un equipo que esté a tope, intenso y comprometido en todas las jugadas. En sus ruedas de prensa ha dejado claro que aquí no hay espacio para desconectar ni para el ‘cada uno a lo suyo’. Así que Rashford tendrá que adaptarse a un estilo donde no basta con destacar en ataque.
El vestuario va a estar muy atento a sus primeras jugadas. Nadie pone en duda su capacidad, pero la paciencia será limitada si no cumple con las expectativas. Con Raphinha en un nivel espectacular, Ferran Torres muy enchufado y Lamine Yamal emergiendo como figura, la competencia va a ser brutal.
El inglés deberá demostrar que está listo para este desafío y que puede convertirse en un referente ofensivo en lugar de ser uno más del montón.
