Borja regresa para salvar la situación

El Celta se ha hecho un fijo en el empate a uno, ¡cuatro seguidos ya! Y como siempre, Borja Iglesias aparece sobre la bocina. Si hace dos semanas rescató un punto contra el Villarreal en el último suspiro, esta vez volvió a sacar la artillería en el descuento para sumar otro puntito a la saca celeste. El Panda la metió a Gazzaniga desde el punto fatídico y casi se queda sin la gloria, porque el portero argentino estuvo a un pasito de hacer una parada de héroe. Pero al final, como el Girona, les sigue costando encontrar su primera victoria esta temporada.

Y eso que los chicos de Míchel empezaron con fuerza. El debutante Vanat no tardó en hacer de las suyas y, ¡boom!, mandó el primer balón que tocó al fondo de la red. Recibió una asistencia de Iván Martín y solo necesitó dos toques: uno para colocarse y otro para marcar y dejar claro quién es. A pesar de ir ganando, Míchel no estaba contento, porque el Celta empezó a imponer su juego y a acercarse cada vez más a Gazzaniga. El argentino, todavía con la primera jornada en la mente y con Livakovic ahí en la sombra, se lució con unas paradas espectaculares. La primera llegó al filo del descanso, reventando un disparo de Jutglà que llevaba veneno.

La presión celeste no le dio tregua en la segunda parte, y Gazzaniga tuvo que volver a demostrar que tenía la puerta blindada ante Jutglà nada más salir de los vestuarios. Vanat estuvo a punto de repetir la hazaña, pero el rumano Radu esta vez se la quedó. Luego, Portu intentó asustar a la defensa, pero el portero del Celta respondió. Fue un momento de calma en el asedio celeste, pero luego apretaron de nuevo en el final. Gazzaniga se puso la capa para evitar que Mingueza empatara, y Starfelt y Moriba estuvieron a nada del 1-1, pero sus tiros se fueron algo desviados.

Cuando el estadio Balaídos ya parecía rendido a la derrota, apareció un penalti como un regalo caído del cielo. Blind se coló en la fiesta con una imprudencia que no le va nada a su experiencia. Quiso despejar a lo bestia y terminó dando una patada a Javi Rueda, más rápido que él en el balón dividido. Gazzaniga le intentó meter presión a Borja Iglesias antes del lanzamiento, pero el Panda no se arrugó y la mandó a la escuadra, donde es imposible llegar. El Celta encontró su premio cuando ya parecían desanimados, aunque el punto sabe a poco. El Girona, que estuvo a punto de llevarse el triunfo, se lleva un empate que sabe a derrota.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí