¡Chavales! El crack Eduardo Camavinga (22 años) está ya en la recta final de su recuperación, y como diría Xabi: “Edu está en los plazos parecidos a Jude, casi puede hacer de todo. Pronto estará en una lista”. ¡Qué alivio! Este centrocampista francés lleva desaparecido desde antes del último Mundial de Clubes, así que ahora está a tope para volver a dar guerra antes del próximo parón de selecciones.
En estos días ha estado entrenando un poco a su aire, pero ya ha empezado a moverse sobre el césped de Valdebebas. De hecho, ya se está juntando con el grupo para tocar el balón. El Real Madrid se plantea que el día idóneo para su retorno sea el 20 de octubre contra el Espanyol, siempre que todo vaya bien y las piernas respondan.
El Madrid va con calma. La historia de lesiones de Camavinga pide un poco de prudencia. Su último partido fue el 23 de abril, donde contribuyó a la victoria contra el Getafe (0-1). Pero a las 24 horas, llegó la mala noticia: una rotura completa del tendón del aductor izquierdo que lo dejó fuera del Mundial de Clubes en EE.UU., aunque lo convocaron para el partido contra el PSG (más que nada, simbólicamente).
Y cuando parecía que la recuperación iba bien, en agosto sufrió un esguince en el tobillo derecho que complicó aún más su vuelta. Se esperaba que regresara para el partido en El Tartiere, pero los problemas han ido a más. Así que todavía le falta un buen trecho para ser el Camavinga de antes, que jugaba un montón de minutos.
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Un lunes en el "antro del descontrolLas consecuencias son bastante notorias. El año pasado, el francés apenas disputó 2.082 minutos de los 6.240 posibles (¡solo un 33,3%!), un bajón total comparado con los 2.780 minutos (55,1%) de la temporada 2023-24 y los 3.551 minutos (64%) de la 2022-23. Esto también ha afectado a su valor en el mercado: de los 100 millones de euros que alcanzó en junio de 2024, ha bajado a unos 60 millones, según Transfermarkt.
Camavinga necesita retomar el ritmo y volver a brillar. La competencia en el centro del campo está a tope: Tchouameni y Valverde son fijos, Bellingham regresará en breve, Güler está a tope y Ceballos lo ha hecho muy bien en Anoeta. Así que su vuelta será un reto tanto físico como futbolístico. Si se hace un buen regreso, podría recuperar el protagonismo y sumar un refuerzo de lujo al equipo blanco.