Sentencia contra el racismo en el fútbol
La Audiencia Provincial de Barcelona acaba de soltar una bomba este miércoles al juzgar unos insultos racistas que ocurrieron el 25 de enero de 2020 en el RCDE Stadium, durante el partidazo entre Espanyol y Athletic, cuando el crack Iñaki Williams se llevó una buena dosis de desprecio por parte de unos espectadores.
El que se pasó de rosca ha sido condenado por un delito de odio que va de la mano con un delito contra la integridad moral. Y la pena que le han clavado es de un año de prisión, así que ya puede ir haciendo las maletas.
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El proceso detrás del fichaje de Antony.Esto es un golazo en la lucha contra el racismo en el fútbol. El aficionado que soltó esas barbaridades tendrá que hacer un año entre rejas, además de chafar su bolsillo con seis meses de multa de 6 euros diarios. Y como colofón, le han puesto tres años de prohibición para pisar estadios, una inhabilitación especial para currar en lo educativo y deportivo de cuatro años.
LaLiga, que fue la que llevó este tema a los tribunales, ha afirmado que esto es «un nuevo hito en la lucha contra el racismo en el fútbol», reafirmando su compromiso con el respeto y la inclusión, especialmente tras este lamentable incidente con Iñaki Williams hace ya más de cinco años. Un pasito más para erradicar la violencia y la discriminación en el deporte.
Esto no es una broma
Lo que se está juzgando hoy pasó el 25 de enero de 2020, durante ese partido loco entre Espanyol y Athletic, donde Iñaki Williams aguantó los ataques racistas de este aficionado.
Cuando el chaval fue sustituido, varios hinchas empezaron a hacer gestos y sonidos de mono, una movida que quedó tristemente clara como un intento de ofender a Iñaki por el color de su piel. Según la acusación, el acusado actuó «con evidente desprecio al color negro de la piel del jugador».