En el Rayo no se habla de otra cosa que del estado del césped, tanto en el Estadio de Vallecas como en la Ciudad Deportiva, donde los chavales no han podido entrenar ni a tiros en las últimas semanas. La cosa se volvió tan seria que, en las últimas sesiones, los de Íñigo se vieron obligados a mudarse a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Después del vergonzoso acta arbitral del partido del filial, la árbitro del encuentro de la Copa de la Reina, Judith Barcala, también dejó caer en el acta que el campo estaba “en condiciones desfavorables para disputar el encuentro pudiendo poner en riesgo de lesión a los participantes. No obstante, se disputa con normalidad. Observando además zonas sin césped y numerosos baches”.
El Rayo Vallecano no se quedó callado y presentó alegaciones tras el acta del partido del filial, donde se mencionaba que “había segmentos de césped que se levantaban y se separaban del resto, dejando a la vista el cemento/caucho debajo del terreno”. ¡Menuda locura! Eso ponía en peligro tanto a los jugadores como al equipo arbitral. Y como si fuera poco, también hubo quejas sobre la falta de sprays o de un médico en el Estadio.