¿Qué pasa con el Barça y el mercado de fichajes?
El FC Barcelona arranca la temporada y, como no, la gestión del mercado sigue siendo el tema del que todo el mundo habla. Con los movimientos del verano, sobre todo la cesión de Marcus Rashford como el flaquito que viene a hacer ruido en ataque, ya han empezado las comparaciones. Y es que hay un crack que era el sueño culé y que ahora está brillando con otro equipo en la camiseta.
El chavalito en cuestión estuvo varias semanas en la mente de Deco. El director deportivo pensaba que era la pieza ideal para juntarla con Lamine Yamal y formar un ataque imbatible. Pero las restricciones del ‘fair play’ financiero y los números que pedía su club lo dejaron todo en nada.
Desde dentro del Barça hubo voces que pidieron una última movida para intentar ficharlo. Todos tenían claro que el chaval era un jugador top, de esos que saben lo que es jugar en la élite europea y brillar en las noches importantes. Pero al final, Joan Laporta y su junta tuvieron que aceptar que no podían competir con la pasta que maneja el Bayern de Múnich.
Primer gol y campanas en el Camp Nou
Este fin de semana la Bundesliga se encendió cuando el Bayern se estrenó en su casa ante un rival chido. Y el nuevo ídolo no tardó en aparecer con un gol que dejó a todos flipados.
La grada del Allianz Arena se volvió loca con su primer gol, una jugada que estaba llena de velocidad y ganas. Recibió el balón en banda, dejó atrás a su marcador con un quiebro brutal y la puso en la red con un zapatazo. La peña aplaudió como si no hubiera un mañana y los medios alemanes ya lo llamaban “estrella instantánea”.
En Barcelona, la cosa era muy diferente. Los aficionados culés, que habían estado a tope siguiendo su nombre, inundaron las redes con mensajes de frustración. Hasta Lamine Yamal, en un gesto que muchos vieron como un dardo, dejó caer que el club debería haber hecho más para ficharlo.
Deco y su faena fallida
Deco tenía claro que este chaval era el complemento perfecto para el plan del Barça. Su versatilidad en ataque, su carácter competitivo y cómo desequilibra partidos lo hacían un jugador muy, muy cotizado. La idea era juntar a este chapa con Lamine y hacer un dúo que asustara a Europa.
Pero el Barça estaba más apurado que un novato en un asalto. La dirección deportiva intentó buscar opciones locas, como pagos a plazos o cesiones con compromiso de compra. Pero nada de eso convenció al Liverpool, que pedía unos setenta y cinco millones de euros que el Barça no podía ni soñar.
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Un impacto que duele en el Camp Nou
La conexión con Harry Kane y Michael Olise fue instantánea. El ataque bávaro se movió como reloj suizo en su estreno, con jugadas rápidas y sin fallos que parecían ensayadas mil veces. Los medios alemanes ya hablan de un “tridente temible” que podría llevar al Bayern nuevamente a lo más alto de Europa.
En el Barça, el sentimiento es otro. Marcus Rashford todavía tiene que adaptarse, y Dani Olmo sigue con sus problemillas. Mientras tanto, el que Deco veía como el fichaje clave ya está en todas las portadas por su talento y su forma de lucirse en grandes partidos.
El vestuario culé no es ajeno a esta movida. Lamine Yamal, que tenía la ilusión de compartir ataque con él, ha dejado caer en charlas internas que el club “no debió dejarlo escapar”. Para el chaval de Mataró, ficharlo hubiera significado un salto de calidad inmediato y un compañero perfecto para crecer juntos.
Y sí, el nombre del que hablamos todo este rato es Luis Díaz. El extremo colombiano, que estaba en el radar del Barça, ha encontrado en el Bayern de Múnich el escenario perfecto para brillar y ya lo consideran uno de los mejores.
