Aunque ha sido sobre la bocina y a falta de cerrar el traspaso, el Athletic se ha hecho este lunes con Aymeric Laporte. Tenían todo atado desde finales de julio, pero hubo que mover ficha en el último día del mercado para que pudiera desvincularse definitivamente del Al Nassr, donde le quedaba un año de contrato a 24 millones netos.
Por esta operación, que ha costado unos 10 millones más 6 por cada temporada en un contrato de tres años, el Athletic, que está a tope en Champions este año y va a 9 de 9 en Liga, se asegura a uno de los mejores centrales de Europa. Esto es clave ya que la defensa se había quedado tocada por la sanción provisional de Yeray Álvarez y la operación de ligamento cruzado de Unai Egiluz. De hecho, Laporte ha decidido rechazar otros equipos como el Olympique de Marsella, Napoli o Bayer Leverkusen que también lo querían.
El club de Ibaigane demuestra que va en serio, cerrando también a Nico Williams, su estrella más mediática, hasta 2035, a pesar del rollo con el Barça. Más tarde, se aseguró a Jesús Areso pagando su cláusula de 12 millones a Osasuna, ganándole la partida al Atlético de Madrid, que también estaba detrás.
Además, en un movimiento que nadie esperaba, Ibaigane pescó a Robert Navarro gratis del Real Mallorca tras su paso por la cantera del Barça, Mónaco, Real Sociedad y Cádiz. En su debut metió un gol y dio una asistencia a Paredes contra el Betis en solo 30 minutos. Y no se quedó ahí, en un mercado de cesiones que ha sido más movido de lo normal, colocó a Rincón (2003) en el Girona, a Agirrezabala (2000) en el Valencia, y a Vencedor (2000) en el Levante cuando no contaba para Valverde, para que se fogueen en Primera. Por su parte, Álvaro Djaló se fue al Al Gharafa SC de Qatar buscando despegar en su carrera.