Bilbao está que arde y la olla a presión ha llegado al límite con el posible fichaje de Nico Williams por el FC Barcelona. La peña del Athletic se siente traicionada y acusa al Barça de hacer el moñas intentando ficharle. Ahora mismo, en medio de las movidas de negociación, los mensajes filtrados y la actitud agresiva han cabreado a la afición rojiblanca.
El presidente del Athletic, Jon Uriarte, ha montado una campaña para vigilar cada jugada del Barça en este mercado. Están acusando a Joan Laporta y a Deco de «colarse» en sus asuntos y de hacer ruido a través de la prensa. Los de San Mamés dicen que el Barça está jugando «sucio», y ya han empezado a soltar hostias en redes sociales.
El ‘caso Williams’ agrava la situación
Según los comunicados que han salido, en Bilbao ven la movida como un «expolio» y no descartan llevar el tema a LaLiga. Tienen miedo de que otros talentos formados en Lezama se vayan por el mismo camino que Nico. Esto ha subido tanto de nivel que algunos socios del Athletic ya están pidiendo medidas más duras contra los grandes clubes.
Por otro lado, el Barça no se queda callado y ha contestado a las críticas desde la cautela institucional. Laporta y Deco han eludido entrar en el «dame y toma», pero han dejado claro que todo lo que han hecho es «totalmente legal». En su charla interna han dicho que todos los acercamientos a Nico han sido correctos y dentro de lo que manda la ley.
Nico Williams, un bombazo para el Barça
Nico Williams, con solo 20 años, ha estado flipando con el revuelo que se ha montado. Su nombre suena como refuerzo para el ataque del Barça y su llegada sería un buen golpe para los planes del Athletic. Aunque no sabemos cómo acabará esta película, en la Ciudad Condal ya prácticamente lo dan por hecho.
Este chaval es un cohete, un asistente a tope y un crack desequilibrante, tres cosas que le molan a Hansi Flick. En el Barça creen que si llega, reforzarán las bandas justo cuando están en esta transición post – Lewandowski. Mientras, en Bilbao se asustan de que la carrera en el Camp Nou borre la identidad de los que han salido de Lezama.
El Barça contraataca
Pero el Barça no se conforma solo con Nico y ya ha tirado un órdago: Sancet, el mediapunta del Athletic, está en su mirilla. Óscar de Marcos, compañero y capitán, opina que podría acabar llegando por la misma senda que Williams. Este rumor ya ha hecho que en Bilbao se monten otra vez la de Dios, acusando al Barça de robar sin compasión.
Deco está moviendo las piezas discretamente con los representantes del jugador, mientras Laporta le sigue la pista a su evolución. El plan es claro: debilitar la estructura del Athletic y reforzar la cantera del Barça con talento vasco. «Un ataque doble», así lo sienten los de Bilbao, que ya están cansados de los movimientos en el mercado.
La tensión está por las nubes entre Athletic y Barça, y ya se respira un clima de guerra. En La Liga saben que pueden surgir más fichajes con acento vasco. La gente ya empieza a comparar estas movidas con las de antes, como la negativa de los jugadores vascos y navarros al Real Madrid, y las redes sociales están que arden.
Hansi Flick ha pedido calma y ha evitado entrar al trapo de la polémica. Él se centra en la Liga y en su proyecto con toque de cantera y experiencia. Pero tras los entrenos, se le nota preocupado en los despachos, ya que Deco está barajando la posibilidad de fichar a Sancet para compensar la posible salida de Williams.
¿Quién gana y quién pierde?
La batalla está en pleno hervidero y la sensación es que nadie sale ileso. Si el Barça acaba fichando a los dos, habrán ganado el pulso en el mercado, tanto deportivo como psicológico. Pero si se lía y les bloquean la operación, el desgaste para Laporta y Deco será brutal.
En Bilbao ya están pensando en una respuesta institucional a través de la patronal y campañas de rechazo social. Mientras tanto, en el Camp Nou confían en que lo que pase en el césped pesará más que la guerra de titulares. El futuro de ambos jugadores y el orgullo del Athletic están en juego: si Nico y Sancet aterrizan en Barcelona, se abrirá una brecha de las gordas entre ambos clubes.
