Fran Soto, el nuevo boss del Comité Técnico de Árbitros (CTA) desde julio, se ha marcado una charlita en el Portugal Football Summit, que está petando en Oeiras (Portugal). Allí se ha puesto a hablar sobre ‘El futuro del arbitraje: perspectivas nacionales e internacionales’ y ha dejado caer algunos desafíos que tendrá el arbitraje en un futuro cerquita, además de contar sus planes para subir el nivel de los trencillas.
El tipo no se ha cortado y ha comentado cómo la tecnología está haciendo de las suyas en el arbitraje mundial: “Cada vez metemos más cacharros que a veces nos hacen perder la esencia. Por ejemplo, en España estamos usando un sistema semiautomático que puede ser una faena para los árbitros asistentes. Pero al menos han creado un equipo específico de árbitros VAR, lo cual es un paso adelante”, ha declarado.
El sistema FVS (Football Video Support) será más común en el futuro.
Fran Soto, jefe del CTA
De todas formas, Soto cree que la tecnología es clave en el arbitraje: “Hay que adaptarse a los nuevos tiempos, aunque a los que les mola el arbitraje a la antigua les va a costar verlo así, pero la tecnología ayuda y hay que abrazarla. Esto hace que el árbitro sea visto como un pilar en el juego. Ahora la inmediatez manda, y en el futuro la producción televisiva será más intensa. El sistema FVS, que es un VAR ‘light’ y un híbrido, se verá más en el futuro”.
Soto no ha querido irse sin soltar un mensaje claro sobre uno de sus grandes objetivos: acabar con la violencia contra los árbitros en el campo. “Queremos que al árbitro se le respete como a un agente de la autoridad, y que cualquier agresión se considere igual que si le haces a un poli. En Francia e Italia ya están trabajando en eso. No es fácil, pero para que el árbitro reciba ese trato como un poli necesitamos un cambio de ley.” Este es uno de los puntos clave de la revolución que quiere llevar a cabo en el arbitraje español.