El Pacha se convirtió en el héroe inesperado de Anoeta. Cuando estábamos en el 76’ y el partido seguía 0-0, Iñigo Pérez decidió meter mano al banquillo y llamó al lateral uruguayo para colocarlo como extremo. Apenas tardó siete minutos en revolucionar el partido. Todo llegó gracias a una contra de libro, cocinada y servida por Ratiu, que Espino ejecutó a la perfección. El VAR se hizo de rogar revisando si el balón había salido, pero al final el gol subió al marcador.
La celebración del 0-1 ya dejaba claro lo que valían esos tres puntos. La Franja llevaba 51 días sin ganar en Liga. O lo que es lo mismo, desde la primera jornada en Montilivi. Este triunfo ante la Real Sociedad confirmó el punto de inflexión que supuso la Conference, apenas 72 horas antes, donde los vallecanos se impusieron al Shkëndija (2-0). Así afrontan el parón de selecciones, con la tranquilidad de haber esquivado el descenso.
Todo esto fue gracias al Pacha, que marcaba así su primera diana con el Rayo en Liga, ya que su estreno como goleador había llegado en dieciseisavos de Copa contra el Racing de Ferrol el 3 de enero de 2025. El uruguayo se erigía, además, en el primer extranjero que anotaba con la Franja este curso. Los 14 primeros tantos vallecanos esta temporada habían sido nacionales.
“En el Metropolitano hago el mismo cambio y pongo al Pacha de lateral y a Chavarría de extremo. El año pasado sostuvimos así resultados, pero en el Metropolitano quizás me equivoqué y tuve que hacer lo que hice hoy. Fue mi cuerpo técnico el que sugirió esto y lo hemos llevado a cabo. Ha salido bien. El Pacha, cuando ha salido al campo, me ha dicho que iba a marcar”, desveló el técnico navarro. Espino, que terminó siendo manteado por todos sus compis, no se equivocaba.