12/07/2025 09:00:00h
Hansi Flick ya está calentando motores para su primer verano al mando del Barça, y ojo que viene con una apuesta que nadie se esperaba. Entre los nombres que suenan del filial y del juvenil, hay uno que destaca: el de Ibrahim Diarra. Este delantero maliense se colará en la pretemporada del primer equipo, con todos los ojos puestos en cómo se mueve en el campo.
Flick quiere probar a varias de las grandes promesas de La Masia antes de decidir quién se queda. Chavales como Toni Fernández, Jofre Torrents o Juan Hernández ya están en la lista, pero Diarra ha peleado por su lugar. Flick no quiere que falte, convencido de que el chaval tiene algo que lo hace diferente.
Va a ser su primera gran prueba con la camiseta del primer equipo después de una temporada llena de altos y bajos. Pocos minutos en el campo, muchos obstáculos, pero un final de curso que había que ver para creer. Ahora, el club quiere saber si ese crecimiento puede seguir en un ambiente de máxima presión.
Un fichaje que empezó dudoso pero ha acabado con todo el hype
Diarra llegó a La Masia a finales de diciembre como una de las promesas más esperadas a nivel internacional. Su llegada fue un show de ilusión, pero también de problemas físicos y burocráticos que frenaron su camino. La adaptación no fue nada fácil y su impacto inicial fue casi nulo.
Durante meses, este chaval se perdió de las cámaras. No logró engancharse con el Barça Atlètic, que estaba en modo «sálvese quien pueda» intentando evitar el descenso. Y en el juvenil, ni se notó su calidad, entre lesiones y falta de ritmo.
Pero todo cambió en la recta final de la temporada. A medida que se fue soltando física y mentalmente, Diarra empezó a recordar al jugador que se llevó la Bota de Plata en el Mundial sub-17. Desde la banda o detrás del ‘9’, volvió a demostrar que tiene velocidad, potencia y ese olfato para decidir partidos.
La Youth League le abrió todas las puertas: un doblete y asistencia en la final
El punto de inflexión fue en la Youth League, ese torneo que ha sido la catapulta para tantos cracks del Barça. Diarra fue clave en los últimos partidos, pero lo mejor llegó en la final contra el Trabzonspor. Allí, se marcó un doblete y dio una asistencia que selló el título para los chicos de Belletti.
Su actuación no pasó desapercibida. Al fin y al cabo, los informes que lo trajeron desde Mali empezaron a cobrar sentido. Su nombre volvió a resonar en la mesa de la dirección deportiva, y Flick quiso comprobar personalmente cómo iba su evolución antes de tomar decisiones.
Desde entonces, su entorno ha insistido en que solo necesitaba tiempo y confianza. Ahora, con su pase para la pretemporada asegurado, esa oportunidad ha llegado. El maliense lo sabe: cada minutos cuenta y puede marcar su futuro en el club que apostó por él.
Diarra quiere quedarse: Flick lo va a ver desde el primer entrenamiento
El cuerpo técnico ha dejado claro que no hay decisiones fijas sobre los jóvenes. Todos los que se entrenen con Flick empezarán en igualdad de condiciones. Para Diarra, es un momento único para demostrar que su fútbol es especial y que no vino a La Masia por casualidad.
A sus 18 años, y con una temporada entera por delante, el delantero busca hacer borrón y cuenta nueva. Su misión es ganarse un sitio, ya sea en el primer equipo o como uno de los pilares del nuevo Barça Atlètic. Todo depende de lo que muestre desde el 13 de julio.
Ibrahim Diarra ya está listo y el Barça lo espera. Flick quiere ver si en sus botas hay algo especial. La historia empieza ahora.
