El Girona es uno de esos equipos de la Primera que todavía no ha encontrado el camino de la victoria. Lleva tres empates y cuatro derrotas que lo tienen en el último puesto, empatado con el Oviedo, pero con un gol average bastante chungo. La permanencia está ahí, a solo dos puntos, así que aunque la situación es complicada, tampoco es un drama. Esto acaba de empezar, pero si no espabilan, las cosas se pueden poner feas pronto. Este sábado, reciben al Valencia en Montilivi, y luego, dentro de 14 días, se las verán con el Barça. Dos partidazos que, ya sea para bien o para mal, pueden decidir el futuro de Míchel en el banquillo rojiblanco.
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Sarabia: "Contamos con tres delanteros destacados y Mbappé encontraría complicado tener minutosHasta ahora, la continuidad del míster no ha estado en la cuerda floja, porque siempre ha tenido el apoyo de la dirección deportiva y de la propiedad, tanto en público como en privado. Si logran sacar los tres puntos ante el Valencia, la crisis quedará casi aparcada y su futuro se asegurará por unos días. A nadie le cuadraría que le echaran si pierde contra el Barça pero gana al Valencia. Eso simplemente no va a pasar. El verdadero problema vendrá si el Girona no consigue llevarse la victoria en este primer partido.
Una derrota ante el Valencia, o aunque sea un empate, dejaría a Míchel muy tocado por varias razones. La primera, evidente, porque no han ganado ni un solo partido, y ya han jugado cinco de los ocho en casa. La segunda, porque hacerte con los tres puntos en Barcelona se antoja complicado y la mayoría de los equipos de LaLiga volverán de vacío tras enfrentarse al equipo de Flick. Y la tercera, quizás la más gorda, es que la mala racha viene desde la temporada pasada, donde después de una segunda vuelta bastante floja casi caen en Segunda. Y teniendo en cuenta que después del Valencia hay un parón, si la cosa sigue mal, cambiar de técnico les daría más tiempo al nuevo para adaptarse.
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