El Espanyol-Betis dejó un pozo de drama por un penalti que fue la comidilla del día. La parada de Pau López y el cabreo de los que estaban en las gradas crearon un ambiente tenso al final del partido. Los verdiblancos se quejaron a muerte del penalti que le pitaron a Valentín Gómez en el tiempo añadido, y Manuel Pellegrini se fue tan enfadado que ni se quedó a ver el lanzamiento. Al final, la parada de Pau fue una fiesta para él, recordando a su afición, pero a los del Espanyol no les hizo ninguna gracia. Menuda batalla se vivió entre dos equipos, ambos peleando por escalar en la tabla, a fuego lento.
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Abde asume el papel de AntonyEl árbitro Galetch Azpeteguía se lució en su debut en Primera con un final de partido de infarto. El VAR le susurró al oído sobre un posible penalti de Valentín Gómez en el 98, y al ver la jugada en la pantalla se decidió a pitarlo. Los del Espanyol vieron un rayo de esperanza, mientras que los del Betis se subieron por las paredes, creyendo que su jugador había recibido un empujón antes de saltar. Pellegrini ya estaba fuera, diciendo: “Si no me expulsan, no me voy”. Pero quedaba el gran momento: Toni Doblas le dio el aviso a Pau López sobre dónde tirarse para que Puado no encontrara el empate, y así fue. El portero, que antes había sido del Espanyol, paró el penalti y dejó a su equipo con la victoria.
