El jaleo en el centro del campo
El FC Barcelona está que arde este año, ¡y de qué manera! Tienen un equipazo que flipas, y eso significa que no todos tendrán el lujo de jugar. La movida es que Flick se va a tener que currar la gestión de la plantilla desde ya. Gente como Frenkie de Jong, Pedri y Dani Olmo son fijos, pero hay otros como Fermín López o Gavi que también están dando guerra y son capaces de marcar la diferencia en cualquier partido.
Y no nos olvidemos de los chavales que vienen pisando fuerte, como Marc Bernal, que ya va recuperando su ritmo después de la lesión. En resumen, hay un auténtico overbooking en el medio del campo.
El gran damnificado
En este fregado, el que lo tiene más complicado es Marc Casadó. En el último match contra el Real Mallorca, quedó clarísimo que está relegado en la rotación. Flick optó por un centro del campo titular con De Jong, Pedri y Fermín López, y luego metió a Dani Olmo y Gavi en la segunda parte como revulsivos.
En cambio, Marc Casadó ni olió el césped. Se nota que su papel va a ser más bien secundario, al menos a corto plazo. La movida es que hace un año, este chaval era clave en el equipo y sorprendido a todos con su madurez.
Flick lo había elogiado por su intensidad y competitividad, pero ahora que todos están de vuelta, la jerarquía le está dejando sin minutos. Es un salseo total.
Futuro incierto, pero con oportunidades
A pesar del drama, Casadó tuvo varias ofertas este verano, incluso de la Premier League como el Chelsea, pero decidió plantarse y no aceptar nada. Está convencido de que quiere triunfar en el Barça y ha dejado claro que su objetivo es seguir defendiendo los colores azulgranas. ¡Eso es tener carácter y confianza!
Pero claro, eso significa que tendrá que tragarse un rol secundario en este año de alta competencia. Flick lo siente, porque lo ve como un jugador valioso para la plantilla. Aunque sepa que al inicio jugará poco o nada, también es consciente de que la temporada es larga, y habrá muchas ocasiones con sanciones y lesiones que pueden abrirle la puerta otra vez. Cuando llegue su momento, el mediocampista va a responder como lo hizo el año pasado. ¡Eso seguro!