El Barça en modo revolución este verano
El FC Barcelona se lanza a un verano de locura con un montón de decisiones que van a marcar el rumbo de su futuro más cercano. Hansi Flick, el nuevo mister, ha dejado claro en su primera jornada que no quiere estrellas por nombre, sino por lo que realmente aportan en el campo. Y ya hay un fichaje caro que está en el punto de mira.
Este entrenador alemán tiene las ideas claras: si un jugador no da la talla, lo quita sin pensarlo dos veces. Su prioridad es que el equipo tenga un nivel competitivo, y ni el precio que pagaron por ciertos futbolistas les protege de ser señalados.
Joan Laporta en una rueda de prensa | @jlaportaoficial
El jugador que está en la cuerda floja llegó con todas las papeletas de ser el crack del Barça. Se soltaron 55 millones de euros, un dineral teniendo en cuenta la situación culé. Pero su rendimiento en el campo ha dejado mucho que desear, y su falta de presencia en los momentos clave ha sembrado la duda.
La apuesta parecía segura en su día, ya que venía de un club donde había demostrado que podía decidir partidos. Pero en Barcelona la cosa ha sido diferente, llena de altibajos y poca regularidad.
Flick no acepta la irregularidad
Hansi Flick es un entrenador que va a muerte con la intensidad y la disciplina. Para él, la regularidad en los entrenos y en los partidos es sagrada, y no está dispuesto a tolerar ninguna tontería. Y ese es precisamente el problema de este fichaje, que nunca ha logrado ser constante.
En momentos clave, ha fallado y se ha quedado corto cuando más lo necesitaban. Flick, que siempre dice que “se juega como se entrena”, ha visto algo preocupante: falta de compromiso. Aunque ha tenido destellos de calidad, nunca ha conseguido ser el fijo que esperaban.
Hansi Flick | @FCBarcelona
Lo más tocho, según dicen desde el vestuario, es que esta falta de rendimiento ha creado mal rollo entre los compis. Algunos piensan que es injusto que le den tantas oportunidades cuando no está a la altura. Y ese rollo de favoritismos no es algo que Flick quiera para nada en su equipo.
Por eso, el mister se está fijando en chavales de la cantera que están apretando fuerte. Apostar por la chavalería de La Masia les da un aire nuevo, y Flick no tiene paciencia para estrellas que no cumplen. Ya ha mandado recados claros a la dirección del club respecto a este tema.
El mercado trae una salida inesperada
Lo que parecía que era un problemón sin solución podría convertirse en una buena noticia para los de Barcelona. El Bayern de Múnich estaría dispuesto a llevarse al jugador de vuelta por los 55 millones que costó. Una operación que permitiría al Barça recuperar su inversión y corregir un error en la planificación.
En Alemania se habla de que el Bayern está encantado con la posibilidad de tenerlo de vuelta. Con un contrato que aún está vigente unos años, el Barça se vería aliviado ante la oportunidad de hacer caja. Esta jugada beneficiaría a todos: al jugador, que regresaría a un entorno que conoce, y al club catalán.
Mientras tanto, Flick ya está pensando en cómo repartir minutos entre los jugadores que realmente van a dar la cara por el equipo. El alemán quiere un grupo versátil, competitivo y sin fisuras que aspire a todo desde el minuto uno. Así que dejar atrás decisiones erróneas es algo que no puede posponer.
Deco | @FCBarcelona_cat
El jugador señalado
Durante semanas se ha especulado sobre quién podría ser el jugador no querido por Flick. Algunos pensaban en gente nueva en defensa o ataque, pero el problema en verdad estaba en otra parte del campo. La respuesta es clara: Dani Olmo es el futbolista que el Barça quiere dejar ir este verano.
Este chaval llegó desde el RB Leipzig como una gran apuesta de Joan Laporta. Pero las lesiones, su fragilidad física y su falta de regularidad en los partidos más intensos han hecho que pierda su hueco. Ahora Flick no tiene dudas: prefiere deshacerse de Olmo y recuperar la pasta que esperar un milagro.
El Bayern ya está preparando su regreso, mientras el Barça se afana en cerrar este capítulo amargo. Si se hace la operación, el club culé habrá aprendido que gastar 55 millones no siempre garantiza el éxito. Para Flick, mandar a Olmo es una forma clara de enviar un mensaje contundente al vestuario.
Dani Olmo con el Barça | @FCBarcelona
