<img alt="Logo carpetasfcb.com /> ganando la Supercopa de España, la Copa del Rey y LaLiga.</p><p>Gracias a Flick, el canal vuelve a ser uno de los grandes favoritos en todas las competiciones. El equipo ha cambiado tanto táctica como emocionalmente. Con Flick al mando, el Barça está recuperando el respeto y la admiración de toda Europa.
El juego molón de Flick
Lo que más nos flipa del Barça de Flick es su estilo de juego. Se juega un fútbol atractivo, directo, valiente y donde el balón es el rey. Lo mejor de todo: lo hace sin perder la esencia del club.
Además, Flick ha apostado a muerte por los chavales de la Masía, dándoles minutos y responsabilidades en momentos chulos. Chavales como Lamine Yamal, Pau Cubarsi y Marc Casado han crecido a su lado y se han convertido en piezas clave del primer equipo.
Disciplina, la clave del éxito
Más allá del juego y los resultados, lo que ha hecho brillar a Flick es la disciplina. El míster alemán ha hecho que cada jugador se implique al máximo, donde todos corren, todos presionan y todos se entregan. Aquí no hay sitio para los que se quedan atrás ni para las divas que no trabajan.
Desde que llegó, Flick dejó claro cómo había que trabajar y el compromiso. Las normas son duras y si te las saltas, ya sabes, la pagas. Una de las más críticas es la puntualidad.
Primer toque de atención: Héctor Fort
En este rollo, el primer aviso de la pretemporada llegó rápido. Héctor Fort llegó tarde al primer entrenamiento y eso no le pasó desapercibido a Flick, que se cabreó bastante por su falta de puntualidad.
Aunque no se ha hecho pública ninguna sanción, rumores del club dicen que Flick fue claro con Fort y con el resto del equipo: no se van a tolerar faltas de compromiso. Este chasco es un recordatorio de que en el nuevo Barça de Flick, la excelencia empieza en los pequeños detalles, y la puntualidad es uno de ellos.