Rashford ya es culé y Lamine se lo toma de lujo
Marcus Rashford ha hecho temblar el vestuario del FC Barcelona antes incluso de que se haga su presentación. Pero hay uno que se ha asegurado de que su voz se escuche, y ese es Lamine Yamal. Con solo 18 años, ha dejado claro que está listo para el reto.
Lejos de sentirse amargado o con mal rollo por la llegada del inglés, Lamine lo está viendo todo desde el lado positivo. No echa de menos a Nico Williams, que parecía que iba a aterrizar en el Camp Nou, y está convencido de que el Barça ha ganado muchísimo con Rashford.
Fuentes del club cuentan que este chaval ha recibido con los brazos abiertos a Rashford, viendo en él un fichaje de primer nivel que sube la calidad del equipo. En su círculo dicen que Yamal lo ve al mismo nivel que cualquier estrella europea.
Sin celos, solo ganas de ganar
Lamine sabe que en el fútbol actual la competencia es dura, y la vive como un empujón extra. Lo único que quiere es ganar trofeos, y para eso necesita compañeros que estén a su altura. En ningún momento siente que Rashford le haga sombra.
Al contrario: piensa que jugar al lado de alguien como él puede ser el turbo que necesita para evolucionar. En privado, ha soltado que “para ser el mejor, hay que entrenar con los mejores cada día”. Esa actitud ha convencido a los mayores, que empiezan a verlo como algo más que una promesa.
No quiere repetir los errores de otras temporadas, donde el equipo se desmoronó en los momentos clave. Por eso, está súper a favor de que llegue alguien que pueda asumir minutos sin que se note su ausencia. Sabe que gestionar bien su energía será clave para llegar a marzo en plena forma.
Marzo, el mes decisivo
El cuerpo técnico ya ha dejado claro que el torneo se decidirá en las últimas diez semanas. Y Lamine lo ha entendido: ese es su momento del año. Para ello, necesita rotar, descansar… y seguir siendo decisivo cuando le toque brillar.
Rashford es la pieza que encaja a la perfección, ya que puede jugar en varias posiciones sin desestabilizar el equipo. Puede moverse por la izquierda, jugar de delantero centro o como segundo punta con libertad. Flick lo considera un jugador clave en un calendario tan ajetreado.
Además, Lamine confía en que el Real Madrid no llegará tan fresco a la recta final de la temporada. Piensa que el Mundial de Clubes, las lesiones y el esfuerzo extra pueden pasarles factura. Y por eso, el Barça necesita estar en la mejor forma física y mental.
Construyendo una sociedad letal
El chaval no solo acepta a Rashford, ¡sino que ya se imagina creando magia con él en el campo! Visualiza jugadas, conexiones y combinaciones imposibles entre ellos. Y eso le motiva de una manera brutal.
Cree que Marcus puede liberar su juego, fijar defensas y abrir espacios que él va a aprovechar como un killer. La ilusión está por las nubes, tanto dentro como fuera del vestuario, donde los veteranos han dado el visto bueno a esta nueva sociedad. Y lo mejor es que esto solo está empezando.
Hay liderazgos que se forjan con el tiempo, pero hay otros, como el de Lamine, que surgen de manera natural. Su reacción ante la llegada de Rashford lo deja claro: el Barça tiene estrella… y también tiene voz.
