Dani Olmo en la cuerda floja
El chaval de Dani Olmo es una máquina, siempre sumando goles, asistencias y buena vibra en el campo. Pero ojo, que las lesiones son su peor enemigo y eso ha molestado un poco los planes de Hansi Flick.
El míster alemán tiene a Olmo como una opción a tener en cuenta, pero sabe que su historial físico es un poco delicado. Así que, para la próxima temporada, su papel podría cambiar bastante. Esto es algo que ya le ha comentado la dirección deportiva y el cuerpo técnico al media punta español.
Movimientos en el mercado
Ahora viene el bombazo: la llegada de Nico Williams, que ha pedido estar en el once titular sí o sí. Esto ha movido el equipo a un ritmo frenético. Con Raphinha a tope y Lamine Yamal como la nueva promesa, Flick está pensando en poner a Williams y Yamal en las bandas, dejando a Olmo como un segundo plano. Esto significa que Dani tendrá que esforzarse un montón.
Aunque el ex del Leipzig ha demostrado de lo que es capaz, la dirección técnica quiere una delantera más robusta y con proyección a futuro. Por todo esto, Olmo va a tener que luchar desde el banquillo para recuperar su lugar.
El reto de Dani Olmo
Más allá de lo que pase en el Barça, la preocupación de Dani Olmo también está en la selección española. Si no se hace un hueco como titular, sus posibilidades de ir al Mundial 2026 se pueden ir al traste. La competencia está que arde, y el seleccionador tiene el ojo en la forma y la regularidad.
Olmo sabe que necesita minutos de calidad para no caer en el olvido de la Roja. Por eso, su misión es convencer a Flick en la pretemporada y demostrar que sigue siendo un jugador fundamental.
A pesar de las quejas, Dani Olmo no tiene pensado dejar el Barça: quiere ganarse su sitio a base de trabajo y dedicación. Y el club tampoco quiere escuchar ofertas, a menos que el propio chaval quiera marcharse. Así que el inicio de la temporada será crucial.
Si evita lesiones y aprovecha sus oportunidades, Olmo podrá volver a ser una pieza clave. Pero si la rotación lo pone de lado, tendrá que tomar decisiones que podrían cambiar el rumbo de su carrera. La competencia va a estar dura, y el margen de error es casi cero.
