“No voy a cambiar de estrategia a la primera de cambio”, soltó Julián Calero cuando le preguntaron por ese cambio de rollo que se vio al final del partido contra el Elche. El míster de Parla ha comenzado la temporada con una línea de cinco defensas y siempre le ha dado caña a lo de ser fiel a su movida, sin importar el esquema.
El rollo de la defensa impar, que popularizó Alessio Lisci en su etapa con el Levante, empezó a tener forma desde el primer día de la pretemporada con la idea de ser un equipo más sólido tras el salto de categoría. Pero, después de encajar siete goles en las primeras tres jornadas, la musiquita de un cambio de sistema ya empieza a sonar en Orriols.
Al principio, el plan parecía que iba a cerrar filas con esa estructura, apostando por reforzar el centro de la defensa y meter laterales que fueran un poco más ofensivos para jugar de carrileros. La llegada de Unai Vencedor y la apuesta por Etta Eyong dan argumentos al técnico para darle una vuelta al esquema.
De hecho, en el último día del mercado se habló de que Jorge Cabello podía salir, pero al final se quedó en la plantilla. Sin él, y con Matturro aún en la enfermería, la línea de tres centrales habría tenido menos opciones. Aunque fue titular en las primeras tres jornadas, la dirección deportiva pensó que lo mejor era buscarle un sitio donde pudiera tener más minutos.
Leggi anche:
El libro Athletic Club-Gabarra ya está aquí: 'La Copa ha llegado', un repaso a sus protagonistas
