Estábamos a finales de julio de 2012, ya olfateábamos el inicio de la liga en Argentina, y allí estaba el coloso River Plate de regreso con Matías Almeyda como capitán del barco. El crack Diego Armando Maradona, ídolo de Boca Juniors y fan de lo xeneize, se rinde ante el Pelado y le tira flores: “Soy colega del Pelado Almeyda. Ojo, no quiero que gane River, quiero que gane Almeyda. ¡Que quede claro! Pero si eso le va bien a él, ¡que arrase!”
El Pelusa soltó: “Tenía una buena conexión con el Pelado. Después hicimos showbol (ese futbol indoor que juega la peña veterana) y conocí a un tío de verdad, uno de esos que no se vende, que es puro y va de frente. Habla de lo que siente y lo respalda con hechos, si hay que ir a la jugada, va sin dudar…” Así es como habla el crack sobre el entrenador que está arrasando en Nervión.
A pesar de que su único vínculo profesional en el campo, además del showbol, es haber estado en el Ramón Sánchez-Pizjuán (Maradona en la 92-93 y Almeyda en la 96-97), la amistad entre el genio de Villa Fiorito y Matías comienza mucho antes. Todo arrancó cuando el Pelado le escribió una carta a Diego a sus 12 años, pidiéndole ser su colega y expresando su admiración.