El rollo está claro: Lamine Yamal se ha convertido en el crack que todos esperaban que fuera en el Camp Nou. Su renovación a largo plazo no solo confirma que va a ser parte fundamental del proyecto, sino que también ha mejorado su contrato y le han dado el mítico dorsal ’10’. ¡Eso ya son palabras mayores!
Con esa movida, Lamine ha cogido un papel que no es normal a su edad: meterse en decisiones que afectan al equipo. Y en este arranque de temporada, se ha fijado en la situación de un colega del vestuario.
Drama en el vestuario
El colega en cuestión es Héctor Fort, un canterano de La Masia que no lo está pasando bien en el Barça. A pesar de ser joven y tener un futuro brillante, el entrenador Flick le ha dejado claro que no cuenta con él para el primer equipo. El alemán cree que a Fort todavía le falta un poco para estar a tope y no está listo para brillar, así que su participación va a ser bastante escasa.
Y ahí no acaba la cosa. Además, ha llegado Eric García como lateral derecho y ha convencido al cuerpo técnico, incluso por delante de Jules Koundé. Esto deja a Fort aún más fuera de juego, y ya el club está considerando un préstamo o incluso un traspaso. Pero Lamine no quiere que su amigo se vaya, y ha dejado claro que le gustaría que siga en el equipo.
Entre lo que quiere Yamal y la dura realidad
Ahora la directiva, liderada por Joan Laporta y Deco, tiene un dilema complicado: ¿escuchar a su joven estrella o seguir con el plan de Flick? Aunque Lamine apenas empieza su carrera, ya está empezando a hacerse oír y su opinión cuenta en las decisiones. Mientras tanto, el mercado también está en movimiento.
El Aston Villa, con Monchi al mando, ya ha preguntado por la situación de Fort y se interesa en cómo sería su fichaje. La decisión dependerá en buena parte de si el Barça quiere o no escuchar a Yamal y si mantienen a un jugador que ahora mismo no tiene sitio. Así que, el desenlace de todo esto va a ser un test para ver hasta dónde llega el liderazgo de este chaval dentro del club.