El equipo de Hansi Flick arrancó la liga dejando a todos con la boca abierta. Los culés se pusieron las pilas y no le dieron ninguna oportunidad al Real Mallorca, demostrando que su misión desde el día uno es volver a ser los reyes del fútbol en casa.
El triunfo fue un pedazo de declaración de intenciones en un estadio que siempre aprieta, donde el Barça se mostró maduro, paciente y con un disparo que hacía temblar. Con esta victoria, los blaugranas llegan con hambre de gloria y listos para pisar el acelerador en un año que promete ser épico.
Lamine Yamal, el fenómeno
Una vez más, el nombre que se escucha en todas partes es Lamine Yamal. Este chaval de La Masía deslumbró con una actuación digna de enchufe. Fue él quien asistió a Raphinha para que abriera el marcador, ¡menuda jugada por la banda que dejó a la defensa del Mallorca en el suelo!
Y como si fuera poco, se lució con un golazo en el tercer tanto del Barça. Con solo 17 años, Lamine se está consolidando como la estrella que todos querían ver y como uno de los futbolistas más prometedores del viejo continente.
Actitud que da que hablar
Pero no todo fue un camino de rosas, ¿eh? Según soltó el portal Madrid-Barcelona, Lamine tuvo sus movidas con la grada que no acabaron de convencer a la peña del club. En algunos momentos del partido, el chaval desafió al público, lo que encendió aún más a los hinchas rivales y creó un rollo incómodo que no era necesario.
A pesar de que su talento brilla con luz propia, estas actitudes han levantado alguna que otra ceja en la directiva. El Barça quiere que el chico sepa que no puede dejar que esto le ensombrezca el futuro como crack mundial que tiene asegurado.
El mensaje del club para Lamine
En la cúpula culé piensan que si Lamine se centra en lo suyo y deja de lado los gestos, va a alcanzar un nivel aún más brutal del que ya tiene. Para ellos no hay dudas de que tiene un talento único, pero saben que necesita canalizar su ímpetu para el equipo y no para provocaciones hacia el público.
Flick y su equipo no solo están en juego y táctica; también andan dándole caña a la madurez personal del chaval. El objetivo es que aprenda a manejar la presión y las malas vibras como si fuera parte del juego, igual que hace contra los defensas rivales. Si lo logra, no habrá límites para lo que Lamine Yamal puede alcanzar con la camiseta del Barça.
