La Temporada de la Real Sociedad: ¡A Muerte con el Once!
El arranque de la temporada en la Real Sociedad ha estado a tope con la gestión de la plantilla hecha por Sergio Francisco, que se ha decidido por rotar casi todas las posiciones. Pero ojo, un grupito de cinco jugadores se ha mantenido a tope en el once inicial durante estas cinco jornadas de locura.
Estamos hablando de Álex Remiro, Igor Zubeldia, Pablo Marín, Ander Barrenetxea y Mikel Oyarzabal, los únicos que han sido titulares en todos los partidos. Esto dice mucho de la confianza del entrenador en estos cinco cracks para formar la base del equipo.
La estabilidad de estos cinco es la caña y está repartida por todo el campo. En la portería, Remiro ha sido un muro, jugando cada minuto sin excepción. Zubeldia se ha convertido en el fijo de la defensa, cumpliendo como un campeón, mientras que Oyarzabal y Barrenetxea son los que siempre están en el ataque. Aunque en algún partido han tenido que salir, su spot en el once inicial es innegociable. Pablo Marín sigue siendo la carta segura del míster hasta que Yangel Herrera se recupere, claro.
El resto la ha tenido más complicada con las rotaciones. Por el lateral izquierdo, Sergio Gómez y Aihen Muñoz se están repartiendo la faena, mientras que por la derecha, Aritz Elustondo y Jon Aramburu se han ido turnando, siendo Elustondo el que ha salido de inicio en un partido. Caleta-Car ha tenido más opciones que Jon Martín en el centro de la defensa, pero ninguno de los dos ha conseguido la regularidad de Zubeldia, que ha estado a otro nivel.
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Actualización de transferencias: Novedades de Real Madrid, Barcelona, Atlético y ligas internacionales...En el mediocampo, la variedad ha sido brutal, con chicos como Turrientes, Gorrotxategi, Luka Sucic, Brais Méndez, Mikel Goti, Zakharyan y Carlos Soler buscando hueco. No olvidemos a Urko, que tuvo sus minutos en la primera jornada antes de volar al Espanyol. Y en la delantera, la rotación ha sido la norma, con Guedes, Kubo, Oskarsson y Karrikaburu intentando hacerse un hueco, pero ninguno tiene la constancia de Oyarzabal y Barrenetxea.
