11/08/2025 21:00:00h
El Atlético de Madrid estaba en modo búsqueda, y tenía la vista fija en un chaval que puede ser la bomba en el fútbol español. La dirección del equipo colchonero pensaba que su fichaje sería un auténtico bombazo que lo petaría en el mercado y reforzaría tanto el presente como el futuro. Las charlas empezaron con buena vibra, pero todo se torció cuando las cifras empezaron a volar por los aires.
Desde el Metropolitano tenían ganas de cerrar el trato, pero lo que pedía el club que lo vende era una locura que desató la tormenta. La pasta que exigían desde el Camp Nou estaba muy por encima de lo que el Atlético estaba dispuesto a soltar. La diferencia era tan grande que parecía un abismo imposible de superar.
El argentino lo quiso fichar | @simeone
Joan Laporta no se lo pensó ni un segundo en poner un precio estratosférico, convencido de que el chaval en cuestión es clave para el presente y futuro del Barça. Desde el lado colchonero, veían las cosas de otra manera: la cifra que pedían no se ajustaba a la realidad del mercado ni al margen salarial. Y así, el fichaje se heló.
El Barça no cede al Cholo
La operación, que parecía estar viento en popa al principio, se vino abajo de repente. Dentro del club madrileño había seguridad de que el joven tendría minutos y protagonismo. Pero la barrera económica se hizo un muro imbatible, y todo lo que deseaban ambas partes chocó con el sentido común financiero.
Y en medio del lío, el propio jugador también tuvo voz. Aunque sabía lo que le ofrecía el Atlético, su prioridad siempre fue clara: seguir con la camiseta del Barça y demostrar que tiene sitio en los planes del entrenador.
Simeone no puede con Laporta
Estamos hablando de Fermín López, el canterano culé, que no tiene ni la más mínima intención de marcharse, a menos que el propio club le diga que puede salir. Y si eso pasa, las condiciones tienen que cambiar de forma drástica. Por un lado, el Barça debería bajar sus exigencias, y por otro, el Atlético tendría que soltar más pasta en su oferta.
La posición del chaval es firme: quiere brillar de azulgrana. No le asusta la competencia interna y está convencido de que su evolución pasa por quedarse en el Camp Nou. Desde el club rojiblanco entienden su decisión, pero lamentan que las cifras hayan detenido un fichaje que podría haber beneficiado a ambos.
Mientras tanto, Laporta sigue sin echar un pie atrás. Los 50 millones siguen siendo el mínimo que exigen para abrir negociaciones. Una cantidad que el Atlético, al menos por ahora, no está dispuesto a alcanzar. Y así, la historia de este fichaje frustrado queda en pausa. Solo el futuro dirá si se acercan posturas o si será una oportunidad perdida, pero por ahora, los colchoneros tendrán que esperar.
