Nico Williams celebrando un gol con el Athletic Club | @nicolas_williams9
Así que la decisión de Nico ha sido un batacazo para muchos que esperaban verlo en el Barça, ya que lo veían como el futuro de la banda izquierda. Encajaba de lujo con la filosofía del club y lo que necesita el entrenador. Pero al final, el chaval ha decidido seguir en su casa, el Athletic, buscando estabilidad y un proyecto a largo plazo.
El Barça ya lo tenía en mente
A pesar del drama que se ha montado, desde el Barça aseguran que esto no les ha pillado del todo desprevenidos. Según cuenta Mundo Deportivo, el interés por Nico se había empezado a enfriar días atrás. Aunque al principio parecía que se lo llevaban casi hecho, las negociaciones y las peticiones del entorno del jugador empezaron a generar ciertas dudas.
Las exigencias de Nico
Una de las cosas que hizo que todo se complicara fue la exigencia de securar garantias por parte de Nico en caso de que no pudiera ser inscrito. El chaval, sabiendo cómo está la economía del Barça y las movidas recientes con el fair play, pidió una cláusula de salida automática.
Esta demanda no sentó nada bien a la directiva blaugrana. En el club piensan que aceptar algo así sería un mal precedente, además de que mostraría una falta de compromiso desde el inicio.
Otra razón del desencuentro
Otra de las causas que enfrió el fichaje fue la falta de garantías deportivas para Nico. Según ha revelado El Nacional, el Barça no iba a asegurarle titularidad en el extremo izquierdo. En ese puesto ahora mismo juega Raphinha, que tiene la total confianza de Hansi Flick.
Raphinha en un partido con el Barça | @FCBarcelona
En este rollo, Nico exigía un papel protagónico que el club no podía garantizarle, al menos al principio. Con Raphinha de titular, el Barça no podía comprometerse a darle el protagonismo que su entorno requería. Y así, con todo esto, la posibilidad de un acuerdo acabó en un suspiro.