El Girona está en modo “necesito puntos urgentemente”. Después de tres primeras jornadas de Liga que son un auténtico desastre, el equipo rojiblanco no puede permitirse seguir en el fango del fracaso. Los de Míchel Sánchez han tenido el peor arranque de temporada en Primera de su historia: tres partidos, tres derrotas. El encuentro contra el Celta se presenta como la clave para empezar a salir del hoyo. Ojo, que ninguno de los tres últimos que empezaron LaLiga con cero puntos de nueve acabó descendiendo (Cádiz en 2022-23; Sevilla en 2023-24; y Valencia en 2024-25), pero mejor no seguir con la racha negativa.
El Girona tiene mucho que mejorar, especialmente en defensa, porque han recibido un montonazo de goles: diez en total. Son actualmente el peor equipo en diferencia de goles (-9) de Primera, y Míchel dice que “para defender bien, hay que atacar mejor”. Su equipo viaja junto y lo bueno es que se vienen refuerzos. Los últimos fichajes ya están preparados para entrar en acción: Livakovic, Bryan Gil, Ounahi y Vanat están listos para hacer su debut. Sin embargo, solo el portero parece tener números para salir de inicio. Livakovic llegó cedido del Fenerbahce con la intención de ser titular y, después de que Gazzaniga y Krapyvstov no hayan dado la talla, Míchel podría darle la oportunidad al croata.
También vuelven a estar disponibles Abel Ruiz y Van de Beek. Pero hay bajas importantes. David López, con una lesión en el bíceps femoral izquierdo, se perderá cuatro semanas y, además, este domingo contra el Celta, no estarán Lemar ni Tsygankov. Se abren puestos en el once titular, y parece que Blind podría hacer pareja con Vítor Reis en la defensa; Asprilla subiría al medio y por la banda derecha, donde estaba Tsygankov, se espera a Portu. Sería un poco arriesgado meter a Bryan Gil de inicio, ya que acaba de salir de una lesión chunga de rodilla y no puede ir de 0 a 100 de una.
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