Preocupación máxima en el Barça: Las alarmas suenan por Marcus Rashford

Marcus Rashford ha aterrizado en Barcelona con todo un cartel de estrella de la Premier League. Ese chaval corre como un rayo, desquicia a las defensas y mete goles como si no hubiera un mañana. Pero ojo, que en menos de un mes ya se siente un tufillo a preocupación en el vestuario.

La que lió Joao Félix sigue fresca en la mente de los culés. El tío llegó pisando fuerte y se fue sin pena ni gloria. En el Barça, el tema no es solo tener calidad, hay que ir de la mano con el compromiso y el sacrificio.

El fantasma de Joao Félix sobrevuela

No hay forma de evitar comparaciones, y Rashford ya sabe que lo van a estar mirando con lupa desde el primer día. Joao Félix llegó con aires de revolucionar el ataque culé, pero acabó siendo un recordatorio de que el talento sin compromiso no tiene cabida en el Barça.

En Inglaterra, el tito Rashford ha demostrado que puede ser decisivo en los partidos clave y meter goles que marcan la diferencia. Aunque sí es cierto que su irregularidad ha sido señalada por la prensa y los entrenadores en varias ocasiones. La gran duda es si en Barcelona podrá dar un salto de calidad y mantenerse constante.

La exigencia en el Barça es un mundo diferente al de otros equipos chulos de Europa. Aquí lo que se pide es concentración a tope, compromiso en defensa y ese fuego en el pecho durante todos los 90 minutos. Flick no perdona errores y lo ha dejado claro: el que se relaje, al banquillo.

Rashford deberá competir desde el inicio

El ataque en el Barça está que arde y eso significa que no va a tener el titularato fácil. Lamine Yamal se ha hecho un nombre y Raphinha ha empezado la temporada on fire. Y no olvidemos a Ferran Torres, que ha sorprendido con unos cuantos goles que lo meten en la lucha por minutos.

Así que Rashford tiene que adaptarse rápido a un ambiente donde nadie tiene privilegios. Flick valora el trabajo en equipo justo tanto como los regateos y los golazos. El inglés necesitará demostrar intensidad en cada entrenamiento y cada partido para justificar que le hayan fichado.

El técnico alemán no quiere repetir el error de aquellos que vivieron de destellos aislados. Sabe que en Barcelona la paciencia se acaba rápido y las críticas son duras. Si Rashford no se mete en el ajo, podría quedarse fuera del juego mucho antes de lo que espera.

El vestuario lo observa con lupa

El equipo tiene clara la calidad que posee Rashford y lo que puede traer. Pero hay una sensación de que necesitan ver un compromiso real antes de entregarle toda la confianza. No quieren vivir otra decepción que empiece con ilusiones en verano y termine en fiasco en primavera.

Los pesos pesados del vestuario han dejado claro que la intensidad es sagrada en cada entrenamiento. Aquí no se toleran las actitudes de “me da igual” o “me lo tomo con calma” justo cuando la temporada está en un momento clave. Rashford tiene la oportunidad de demostrar con hechos que está listo para el reto.

Y el propio jugador dice que está motivado y con ganas de triunfar. Ha hablado con confianza en sus primeras declaraciones y está dispuesto a trabajar duro para ganarse un sitio entre los cracks. El Camp Nou lo recibirá con los brazos abiertos, pero el crédito será corto si no responde con actuaciones de nivel.

Un reto de máxima exigencia

Rashford tiene por delante un reto bestial: pasar de ser una estrella intermitente en Manchester a convertirse en un referente absoluto en el Barça. Para ello tiene que mantener la ambición, la constancia y sobre todo, dar la talla en los momentos más exigentes de la temporada. Si logra adaptarse, puede llegar a ser un fichaje que cambie la historia del club.

Si no lo hace, su nombre podría terminar engrosando la lista de talentos que nunca llegaron a brillar. En Can Barça ya están en alerta, porque el inglés tiene todo menos tiempo para convencer. Ahora le toca demostrar que no ha venido a hacer un par de jugadas guays, sino a ser un jugador diferencial cada semana.