05/08/2025 09:00:00h
El FC Barcelona ha tomado una decisión épica con una de sus grandes promesas, el club blaugrana ha cerrado filas en torno a Lamine Yamal. Tras recibir una oferta del PSG, que está desesperado por encontrar una nueva superestrella después de la marcha de Kylian Mbappé, pusieron sobre la mesa 250 millones de euros. Pero, ¡qué va! Joan Laporta y Deco lo tienen claro: Lamine no se vende, bro.
El PSG intentó repetir la hazaña que consiguieron en su día con Neymar, y esta vez se lanzaron a por el extremo de 18 años que está rompiendo esquemas en toda Europa. Su plan era claro: pagar la cláusula de rescisión y ofrecerle un contrato de estrellas. En la mente de los parisinos, Lamine puede ser el heredero natural de Messi y Mbappé, y su impacto en el mercado sería brutal a largo plazo.
Lamine Yamal no se va | @FCBarcelona
Sin embargo, la reacción en Can Barça ha sido inmediata. No solo han rechazado la oferta, sino que también han tomado medidas para blindar a su estrella. A partir de ahora, Lamine llevará el dorsal ’10’, que fue símbolo absoluto del club tras la salida de Leo Messi. Y ojo, porque se convertirá en el futbolista mejor pagado de toda la plantilla.
Lamine es el 10
Este movimiento es una declaración de intenciones, el FC Barcelona ve en Lamine Yamal el eje central de su proyecto deportivo, económico y mediático para los próximos años. Su talento y su imagen están alineados con los valores que quiere proyectar el club. En este momento de cambios en la institución, su figura aporta la estabilidad que tanto necesita el Barça.
Laporta ha dado luz verde a una mejora contractual sin precedentes para un chaval de su edad, Lamine va a cobrar cerca de 20 millones por temporada. El nuevo contrato será hasta 2030, con cláusulas por rendimiento en el campo y por objetivos comerciales. La prioridad es que el chaval se quede y no le entre la tentación de otros lados, reforzando así el vínculo que tiene con el Camp Nou.
Talentos para años
Con este movimiento, el Barça manda un mensaje clarísimo al mercado: no van a vender a sus talentos del futuro por mucho dinero que ofrezcan. La estrategia es construir desde casa, con una generación de oro que ya incluye a Pau Cubarsí, Fermín López y Gavi. Lamine es el símbolo de esta revolución silenciosa que ya está dando sus frutos.
Y este rechazo de la oferta millonaria también es una respuesta al fútbol-estado, demostrando que, a pesar de sus problemas financieros, el FC Barcelona no está dispuesto a regalar a sus jugadores. Ni por cifras récord. Ni aunque eso pudiera ayudar con el Fair Play Financiero.
Lamine Yamal ya es el futbolista más importante del Barça, no solo a nivel deportivo, sino también institucional y simbólico. La camiseta número 10 ha vuelto a tener un dueño a la altura de su historia. El mensaje está claro: el Barça no se vende, tampoco su futuro.