Rescatando al ‘soldado’ Laporte: así se facilitó su inscripción

El ‘Caso Laporte’ ha sido una montaña rusa, chavales. Empezamos con la ilusión de que el internacional español y el Athletic se reencontraran y acabamos con una mezcla de frustración y desesperación porque el fichaje parecía que se iba a ir al traste. Pero al final, la Comisión de Disputa de la FIFA decidió validar el traspaso. No ha levantado la mano ni ha hecho excepciones, simplemente han conseguido salvar al ‘soldado’ Laporte.

Si lo hubiera dirigido Steven Spielberg, el película del fichaje de Laporte no hubiera tenido tanto drama. Al principio de la semana, parecía que iba a quedarse atrapado en una jaula de oro, sin poder jugar y olvidado por el Athletic. Pero al final, gracias a varios directivos del fútbol español que se pusieron las pilas, se movieron como auténticos diplomáticos y buscaron soluciones legales, logró resolverse. Ahí estaban figuras como David Aganzo, presidente del sindicato AFE, y la RFEF negociando a tope para desbloquear el fichaje.

Uno de los problemas más gordos era que la FIFA no podía bajarse del burro al principio con el fichaje de Laporte. La documentación entró fuera de plazo y dar el visto bueno hubiera creado un precedente muy peligroso.

En el día 2 comenzó el rescate. Aganzo se puso en contacto directo con el jugador, estuvo en charla con él y su gente, y también con la FIFA. Se buscó una solución porque sabían que el acuerdo se había cerrado antes del cierre de mercado (el 1 de septiembre a las 23:59 horas) y que el más perjudicado aquí era el propio jugador. Una vez más, el futbolista estaba en una situación vulnerable, sin jugar en ningún lado. Era él quien se comía el marrón por culpa de que el Al Nassr no subió la documentación a tiempo, mientras que el Athletic sí lo hizo.

El presidente de AFE no paró de llamar a los jefazos de la FIFA, especialmente a Infantino, para hacerles ver que este era el momento de poner en práctica su mantra de que se preocupan por los futbolistas. No podían dejar tirado a un jugador cuando el acuerdo estaba cerrado y menos cuando Laporte estaba aguantando mucha presión en Arabia. La presión hacia la FIFA no solo vino del sindicato, sino que al mismo tiempo la RFEF estaba trabajando a tope con el Athletic para encontrar la forma legal de salvar el fichaje. La Federación tenía un gran interés en que esto saliera bien porque Laporte es uno de los futbolistas de la Selección. Mantenerlo al margen de los campos hasta enero sería un panorama muy malo. De la Fuente ya dejó claro: “Es un activo muy importante del fútbol español y uno de los mejores en su posición”.

El pesimismo estaba presente a principios y mediados de semana. La FIFA seguía enrocada en un “no” contundente. La única salida era demostrar que el fichaje se había cerrado antes del cierre del mercado. La FIFA entendía al jugador, pero necesitaban constatarlo. Y de repente, en la mañana de este jueves, llegó la llamada que lo cambió todo. La institución liderada por Infantino se puso en contacto con el entorno del jugador y ahí empezaron a vislumbrar un final feliz para la montaña rusa.

Logramos constatar que la operación se había cerrado a tiempo. La info que habían enviado Laporte y su gente durante la semana se confirmó. Laporte llegó a un acuerdo con el Athletic antes del cierre, como también lo hizo con el Al Nassr para salir de Arabia y entre clubes. Se encontró la forma de demostrar que todo estaba firmado antes de las doce de la noche y que, además, el Al Nassr había comenzado a enviar toda la documentación antes del fin de mercado, pero la cantidad de información era tan bestia que no lograron subirla a tiempo.