El retorno del Barça al Spotify Camp Nou se había puesto en modo fiesta para septiembre. La intención era que el 14 recibieran al Valencia y celebraran a lo grande. Pero, ¡plaf! La bomba le acaba de estallar en la cara a Joan Laporta y su equipo.
El Ayuntamiento de Barcelona les ha soltado que aún no han cumplido con los requisitos básicos para abrir. Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad, ha dejado claro que todavía no está en la mesa el Certificado de Final de Obra. Sin este papelito, la licencia de actividad está más muerta que un gato en marcha.
En la directiva se nota la sudada, porque tenían todos los planes en función de volver al estadio. Hansi Flick estaba listo para aprovechar el factor campo en septiembre, pero la burocracia se ríe de sus planes. La locura de recibir al Valencia en un Camp Nou vacío ya no parece tan loca, ¿eh?
Riesgo de un partido sin público
Desde el ayuntamiento no descartan dar un permiso limitado que solo permitiría que estuvieran los que realmente necesitan estar. O sea, jugadores, árbitros, entrenadores y las cámaras, pero las gradas se quedarían con más eco que una cueva. La imagen de un Camp Nou desierto contra el Valencia da miedito entre socios y directivos.
Bastante claro se mostró Batlle cuando dijo que lo que importa no son las fechas, sino la seguridad. Según sus palabras, la estadía en Montjuïc podría alargarse unos meses más hasta que todo esté a tope. Un mensaje que cayó como un cubo de agua helada en las oficinas azulgranas.
El club pensaba en una reapertura por todo lo alto, con merchandising y eventos especiales para celebrar su regreso. Pero ahora, todo eso se congela, y con ello, también la cantidad de euros que se podrían haber ingresado.
Montjuïc como vía de emergencia
Por si acaso, el Barça ya había renovado el acuerdo con Barcelona de Servicios Municipales para asegurarse Montjuïc. Gracias a eso, podrán jugar ahí hasta febrero, incluyendo toda la fase de grupos de la Champions League. De esta forma, la UEFA se asegura de que la competición no se desmadre.
Pero aquí viene el gran problema el 14 de septiembre, cuando se supone que juegan contra el Valencia. Dos días antes, el Estadio Olímpico tendrá a Post Malone dando un concierto, y eso pone en jaque el estado del césped. Con ese lío, no hay garantía de que Montjuïc esté listo para el match.
La directiva está atrapada en un lío y deben mirar alternativas que a nadie le entusiasman. Están sopesando jugar en otro estadio catalán o incluso salir de la ciudad. Pero esas movidas tienen unas complicaciones logísticas brutales que no convencen ni al más optimista.
Un desafío institucional para Laporta
El retraso en el regreso al Camp Nou es un palo gigante para Joan Laporta y su proyecto. El presi había prometido que septiembre sería la fecha del gran retorno y la peña estaba emocionada. Ahora, fallar en esto puede destrozar su credibilidad en un momento chungo.
A los patrocinadores también se les nota la inquietud porque contaban con la visibilidad que traería la reapertura del remodelado Camp Nou. Seguir en Montjuïc limita el ruido mediático y afecta a los acuerdos comerciales ya cerrados. Para un club que necesita cash, esto es un mega problema.
La incertidumbre está al máximo: el Barça sigue con la esperanza de volver en septiembre, pero el Ayuntamiento no deja de ser cauteloso. La posibilidad de vivir un partido histórico a puerta cerrada está más viva que nunca, a pesar de que Laporta lo intente evitar. En Can Barça, la preocupación está a la orden del día y el tema del estadio se está volviendo una bomba de relojería.