Adiós a Darvich: El Barça corta por lo sano
Noah Darvich, uno de esos fichajes que prometían un montón en el FC Barcelona, se ha marchado a Stuttgart. Sí, así como suena. Con todo el festival de expectativas que había en torno a él, al final no ha sido más que un mal trago para el club. El tío llegó con una cláusula de rescisión que da miedo: ¡1.000 millones de euros! Pero, al final, ni se adaptó y se pierde en la bruma de la historia culé.
Este chaval, que fue capitán de la selección alemana sub-17 y campeón del mundo, se decía que iba a ser una estrella. Al principio, su fichaje era todo un bombazo, pero la realidad fue otra. En el Barça Atlètic no brilló, no terminó de encajar en los planes de Rafa Márquez y acabó siendo un jugador casi invisible.
Con solo 17 años, llegaba como la gran esperanza y al final se dio cuenta de que en el Barça le faltaban esas cosas: ritmo, táctica y continuidad. Hasta los que estaban a su alrededor se rendían: “No convenció ni en los entrenos”, decían.
Stuttgart se frota las manos con Darvich
Ante el panorama, el Barça ha decidido dar un paso al lado y soltarlo: el Stuttgart se lo lleva. El equipo alemán, que ha hecho una temporada de locos en la Bundesliga, ve en Darvich una apuesta de futuro. Según ellos, es una “grandísima incorporación” para lo que viene.
El director deportivo del Stuttgart, Fabian Wohlgemuth, está emocionadísimo. Dijo que “Noah es un jugador con un potencial tremendo, conoce la exigencia del fútbol de élite y tiene las condiciones para crecer con nosotros”. El chaval firmó un contrato largo y espera renacer en su país.
La movida del traspaso
El Barça, por si acaso, se guarda unas cartas bajo la manga. Han dejado claras unas variables y condiciones económicas en la operación. Aunque la cifra del traspaso no ha salido oficial, se habla de que es bastante baja, con algunos bonus por rendimiento y, atención, una cláusula de recompra por si las moscas.
Al final, Noah Darvich es otro de esos intentos fallidos del Barça por internacionalizar el talento en su cantera. Prometía tanto, y a la hora de la verdad, se quedó en nada. Para el club, esto ha sido un “error asumido” y han preferido dejarlo marchar antes de seguir malgastando tiempo y recursos.
Con su salida al Stuttgart, el Barça cierra un capítulo más de esos que no quieres recordar en su planificación. Y mientras tanto, el equipo azulgrana seguirá apostando por chavales que ya tengan el camino más claro, siempre con el foco en el talento nacional. Ahora, el futuro de Darvich está en el fútbol alemán, donde tendrá la oportunidad de demostrar que su fichaje por el Barça no fue solo un espejismo.