Andrei Ratiu ha vuelto a la carga y lo ha hecho a lo grande en Anoeta. Después de un verano chungo y un comienzo de Liga que no le estaba saliendo como quería, ¡el lateral rumano ha vuelto a ser el crack que todos conocemos! Si durante el partido en el Metropolitano ya se notaban señales de que algo cambiaba, su verdadero resurgir llegó contra la Real Sociedad. El chaval dio la asistencia del gol del triunfo a Espino y recuperó la sonrisa que tanto necesitaba. Esa asistencia le permitió dejar atrás unos meses de penurias.
El pasado verano, Ratiu tuvo en sus manos una oportunidad que no se puede dejar pasar. El Wolverhampton le lanzó un chollo de 18 millones al Rayo Vallecano y un contrato que multiplicaba su salario. Su ficha es de las más bajas del equipo y de toda la Primera, con el mismo sueldo que firmó cuando llegó de Huesca. Pero el club franjirrojo cerró la puerta y se agarró a la cláusula de 25 millones, dejando al jugador con una sensación de profunda decepción al ver cómo se le escapaba el tren más importante de su carrera.
En el último mercado llegaron propuestas a tutiplén: una de LaLiga, que se quedó corta; otra del Wolfsburgo que andaba por los 15 millones; y finalmente el Wolverhampton, que se quedó a un pelo de ofrecer 20 millones. Pero nada, el Rayo no quiso ni escuchar. De hecho, se hicieron con el 50% de los derechos del jugador al Villarreal por unos cinco millones para tener el 100% de un futbolista que consideran clave para este EuroRayo y para su mister, Iñigo Pérez.
