Un Espanyol brillante se asienta en la zona Champions y amarga al Mallorca.

¡El Caldero del Caos en el RCDE Stadium!

Lo del caldero del caos no es solo un rollo que se inventó el crack del fútbol americano JJ Watt. Es lo que se siente en el estadio del Espanyol. Una montaña rusa de emociones en 90 minutos donde da igual si eres perico o del equipo visitante, en este caso un Mallorca que empezó con la cabeza agachada, que se animó con el doblete de Muriqi, pero que terminó hecho polvo ante un Espanyol que, con diez jugadores por la roja a Pere Milla, se sacó de la manga el gol de la victoria gracias a un revulsivo de lujo, Kike García.

Dos penaltis, una roja, crisis bermellona con el tema de Dani Rodríguez caliente y diez puntazos para el Espanyol que acaba la jornada tercero, en zona Champions, y que el próximo sábado podrá darle guerra al Real Madrid por el liderato. ¡Cuidado con eso!

Mientras sonaban silbidos a Darder, el ex capitán perico ahora en el Mallorca, se armó el lío con un disparo que se fue al larguero, gracias a un Roberto Fernández que había entrado por Kike García. También Muriqi tuvo su momento con un cabezazo que paró fácil Dmitrovic.

El que no falló fue Pere Milla, que a los 21 minutos, se volcó por el lado de los tres centrales del Mallorca, se desmarcó a lo grande y cruzó un balón desde el primer palo, imposible para Leo Román, todo tras una asistencia de Carlos Romero que fue pura magia pastelera.

¡Y eso lo celebró el RCDE Stadium! Lleno de ilusión, de la buena, que muchos jóvenes ni sabían que existía. Y a falta de media hora, en un balón largo de Dmitrovic, Mojica lo dejó pasar y Milla encontró a Dolan, que le metió un centro envenenado. Todo parecía fácil para Román, pero se confió y Roberto lo aprovechó para marcar el 2-0, su primer gol en esta Liga como jugador del Espanyol.

El equipo de Manolo González dominaba a los tres ‘peloteros’ del Mallorca, pero en el minuto 45, una falta lateral tonta acabó en un penalti tras un agarrón de Pol Lozano a Mateo Joseph. Muriqi no se lo pensó y empató engañando al portero local, también balcánico.

Pero lo que venía era aún peor para el Espanyol. Era el minuto 48 cuando Mojica tumbó a Milla en la frontal y, en vez de pitar falta, el árbitro Alejandro Hernández Hernández le sacó una roja directa tras un escarceo donde se le fue la olla a Milla, que se marchó disculpándose.

Arranca la segunda parte con Jan Virgili y el debut de Maffeo. Muriqi siguió intentándolo, pero un Dmitrovic a tope le paró un tiro, y casi se hace daño con un remate lejano de Joseph. El Espanyol sembró el caos al Mallorca, más aún con la entrada de Pickel, que estuvo cerca de marcar un golazo desde la frontal.

Sin embargo, a los 20 minutos de la reanudación, Muriqi cazó otro centro de Darder, aunque ese balón entró en la portería con suspense tras rozar el travesaño. Poquísimo después, otro testarazo, este de Cabrera, también dio en el palo tras un córner lanzado por el explosivo Dolan.

Pese a estar en inferioridad numérica, el Espanyol se lanzó a la contra y sacó petróleo de un pifostio que acabó en un penalti absurdo de Raíllo a Dolan. Kike García, el hombre del momento, se encargó de lanzarlo. Aunque Leo Román le adivinó el tiro, se convirtió en un 3-2 apoteósico para el “caldero del caos”.

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